Hacia fines del año pasado me convocaron para formar parte de esta revista con la idea de poder desarrollar aquellas inquietudes que surgieran en el área que finalmente fue cultura. Cuando me detuve a pensar qué podía realizar en este primer número del año recordé haber conocido en una reunión con amigos a Julio Sapollnik, crítico de arte, con quien compartí en aquel momento, una conversación muy grata y decidí que era una buena oportunidad para realizarle una entrevista. Así fueron surgiendo nuevas ideas, proyectos como el análisis desde una mirada psicoanalítica de películas, recomendaciones de obras de teatro, muestras artísticas, etc, ya que entiendo que el psicoanálisis no se limita al campo de las funciones psíquicas patológicas sino que también puede ser una herramienta de expresiones artísticos, filosóficos y religiosas, suministrando en tal sentido, múltiples enfoques. Por otro lado, los bienes supremos de la humanidad como lo son la investigación científica, el arte, el amor, la sensibilidad ética y social, descienden de mociones pulsionales y como escribe Freud en su Conferencia 24: “…El psicoanálisis no se caracteriza en cuanto a ciencia por el material que trata, sino por la técnica con que trabaja. Sin violentar su naturaleza, es posible aplicarlo tanto a la historia de la cultura, a la ciencia de la religión y a la mitología, como a la doctrina de la neurosis. No se propone ni alcanza otra cosa que descubrir lo inconciente en la vida del alma…”
Por ello en este número comienzo con esta entrevista y con el análisis realizado por la Lic. Nora Cassinelli, de una película recién estrenada como es “Un método peligroso”, que muestra las diferencias conceptuales entre Freud y Jung, en el desarrollo del método psicoanalítico en sus comienzos.
muy interesante aporte para seguir reflexionando!!