Resumen
Presentamos, a continuación, el último informe de avances de la indagación: «Nuevas representaciones de la parentalidad. A partir de la reproducción asistida en la modernidad líquida», enmarcada en la Convocatoria CyTMA2 2020 (UNLaM). El recorte incluye la síntesis de los resultados de la segunda etapa, cuyo objetivo específico fue describir las características de la demanda de parentalidad, a partir de la reproducción asistida en el contexto de la modernidad líquida.
En esta ocasión se llevaron a cabo entrevistas abiertas en profundidad a veinticinco solicitantes de reproducción asistida, utilizando como disparadores aquellas dimensiones previamente identificadas. La muestra, de carácter intencional, fue seleccionada por conveniencia a partir de criterios de accesibilidad.
La construcción de una matriz de datos, en la que se volcaron los resultados, así como el análisis de estos, permitieron identificar las representaciones vinculadas a la demanda de estas prácticas médicas. Para su interpretación se empleó el método psicoanalítico tomado como método indiciario.
Palabras clave:
Representaciones, parentalidad, reproducción asistida, modernidad líquida
1. Presentación
Con la intención de contribuir, desde una perspectiva psicoanalítica, a la exploración de las representaciones de la parentalidad a partir de la reproducción asistida en el contexto de la modernidad líquida, la presente pesquisa —que se enmarca en la Convocatoria CyTMA2 2020 Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM)— procuró dar respuesta a la siguiente pregunta de investigación: ¿Cuáles son las nuevas representaciones de la parentalidad a que da lugar la reproducción asistida en la modernidad líquida?
El objetivo general fue, entonces, conocer las nuevas representaciones de la parentalidad a que da lugar la reproducción asistida en el contexto de la modernidad líquida.
En tanto que sus objetivos específicos fueron: a) describir las características de la parentalidad; b) describir las características de la modernidad líquida como contexto de la parentalidad; c) describir las características de la reproducción asistida en tanto oferta de parentalidad, y d) describir las características de la demanda de parentalidad a partir de la reproducción asistida en el contexto de la modernidad líquida.
Se trató de un estudio no experimental, de alcance descriptivo con enfoque cualitativo, que recabó datos de fuentes primarias en dos etapas.
En la primera, se llevaron a cabo diez entrevistas abiertas en profundidad a referentes clave en el acompañamiento de la reproducción asistida, cuyo relato permitió identificar las dimensiones vinculadas a las representaciones en la oferta de estas prácticas médicas. La segunda etapa comprendió la realización de entrevistas semi-dirigidas, diseñadas a partir de las dimensiones previamente exploradas, que operaron como disparadores a veinticinco destinatarios/as o solicitantes de estas prácticas.
En ambas oportunidades, las muestras, intencionales, fueron seleccionadas por conveniencia.
Por último, la compilación de numerosas notas de difusión vinculadas al tema en estudio, así como el tratamiento periodístico que se diera ellas, dio lugar al planteo de un nuevo objetivo específico: describir las representaciones de la gestación que derivan de la reproducción asistida en la modernidad líquida.
El análisis e interpretación de estos datos emergentes, tanto como el de los resultados obtenidos en las entrevistas, fue llevado a cabo a partir del método psicoanalítico tomado como método indiciario.
El recorte comprende una breve exposición metodológica y detalla, en particular, los resultados de la última etapa.
2. El escenario y los actores
Determinado por su objeto de estudio, el diseño de esta investigación condujo a la opción de la entrevista como herramienta metodológica. De las realizadas en esta etapa fue posible obtener información profunda y real en un discurso continuo acerca de la experiencia singular de quienes participan (o participaron) como solicitantes en protocolos de reproducción médicamente asistida.
Así, aunque cada entrevistador/a definiera u orientara el tema de la conversación a partir de determinadas dimensiones que operaron como disparadores, sus intervenciones fueron limitadas y solo buscaron estimular la riqueza expresiva en el discurso del/la entrevistado/a o, de ser necesario, reorientar el hilo argumentativo si acaso este se alejaba del foco de interés.
Los discursos se interpretaron de manera contextuada, pues la finalidad, en última instancia, fue acceder a las representaciones colectivas transmitidas por la palabra a través del relato individual.
Del universo de solicitantes de reproducción asistida, la muestra fue conformada por veinticinco varones y mujeres —en pareja heterosexual u homosexual o sin pareja— con edades comprendidas entre los 30 y 54 años, y son unidad de análisis cada uno/a de los sujetos de la muestra a quienes corresponden alguna/s de las prácticas que se detallan a continuación: estar en estudio o haber participado en protocolos de reproducción asistida mediante inseminación artificial u ovodonación; o haber utilizado el método de Recepción de Óvulos de la Pareja (ROPA); haber utilizado esperma de donante anónimo u óvulos propios previamente criopreservados; haber accedido a la inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI, por su denominación en inglés) o a un contrato de subrogación.
Estas entrevistas, con una duración promedio de 90 minutos, fueron realizadas entre marzo y agosto de 2021.
Volcados los testimonios en una matriz de datos, la sistematización, exploración y su análisis dentro del paradigma interpretativo, constituyó una valiosa referencia acerca de las creencias, opiniones y actitudes que les son propias como actores implicados.
3. Herramientas / dimensiones / resultados
En 1914, a propósito de su estudio sobre Moisés de Miguel Ángel, Sigmund Freud equiparó el psicoanálisis al «método indiciario» de Morel que, partiendo de rasgos nimios o detalles poco observados, es capaz de deducir elementos encubiertos que casi siempre escapan a la percepción de la mayoría. Al descifrar estos indicios, procura la clave para acceder a una realidad más compleja y profunda. Se trata de un método interpretativo cuyo punto de partida son indicios, en otras palabras, una interpretación mediante la cual algo oculto puede hacerse evidente.
El uso de esta herramienta interpretativa permitió diferenciar, en el discurso de los/as entrevistados/as de la primera etapa, aquellas dimensiones destinadas a operar como disparadores en las entrevistas de la segunda. Estos fueron acerca de los motivos para recurrir a las Técnicas de Reproducción Asistida (TRA); acerca de la presunta corrección de «errores de la naturaleza» mediante las TRA; acerca de la vivencia de los hijos como «propios»; acerca del «pago» por gestación subrogada; acerca de la diferenciación de funciones en el ejercicio de la parentalidad; acerca del psicoanálisis como disciplina científica, y acerca del acompañamiento psicológico en las TRA.
A grandes rasgos, en la actualidad, existen dos circunstancias que pueden motivar la demanda de TRA: las dificultades en parejas heterosexuales para concebir a partir del coito, o bien, cualquier otra no comprendida en la anterior. De hecho, ya no son sólo parejas heterosexuales infértiles o estériles quienes recurren a estas técnicas de reproducción, con frecuencia creciente, personas solas o en pareja, con o sin impedimentos solicitan TRA priorizando la voluntad procreacional por encima de la biología.
Gran parte de las entrevistas evidencian la representación de las TRA como «nuevas oportunidades» para quienes pudieran ver dificultada la concepción. Estas dificultades no se perciben como «errores de la naturaleza», sino apenas como «circunstancias»: la edad avanzada, las relaciones en pareja homosexual o la falta de pareja son de hecho circunstancias y no suponen una falla para corregir. Para nosotras fue una oportunidad, un camino.
También aparece el significante «ayuda». Dado que la oferta es cada vez más eficiente, crece la demanda con «fe ciega» de una ciencia a la que ya no se discute ni se interroga. Se le asigna a la medicina un valor de «facilitadora» que multiplica sus posibilidades. En su relato, por ejemplo, una de las entrevistadas desliza la fantasía de «elegir» para su descendencia … solo embriones varones y desechar los femeninos.
En general las entrevistas evidenciaron la resistencia a la adopción y señalaron que es percibida como un proceso frustrante al que sólo se recurriría si estas técnicas no funcionaran.
Pero en la fantasmática de parentalidad, los hijos con carga genética de los padres hacen que estos los sientan más «propios». De ahí que, pese a plantear que «no tendrían problema» en adoptar y que consideran que «se sienten igual» tanto los hijos adoptados como los concebidos, se esgriman excusas para la adopción como: es un proceso largo y penoso (…) por toda la maquinaria del estado que lo carga de mucha frustración. Se resalta la huella que dejaría en los adoptantes el examen constante para corroborar que sean personas adecuadas para criar hijos y el proceso engorroso —muchas veces corrupto— hasta alcanzar la adopción plena. También, lo difícil de … traer un hijo a casa que no se sabe si está sano o no que sugiere la idea del hijo adoptivo como «algo ajeno».
Con relación a la gestación subrogada, es casi generalizada su consideración como «una técnica más», en tanto es asumida como un recurso: la solución de un problema al que se accede con dinero. No obstante, al mencionar el pago, aunque se enuncian posiciones ambivalentes, el centro de interés parece estar puesto en la demanda: que cada uno haga lo que quiera o necesite. En las entrevistas no se alude a los bebés así gestados ni a las personas que los gestan, salvo para señalar la asimetría de poder entre estas y quienes contratan sus servicios.
Resulta inquietante la idea de que una persona pueda «lucra» por realizar algo que otra no puede o no desea hacer: …me resuelve el problema de tener que pasar por un embarazo. Así, adquiere un tinte ético la figura de gestación solidaria o «altruista» que se diferencia de una posición más mercantil: que sea por amor y no por dinero. En esta, la retribución económica solo cubre los «gastos» de modo que «el fin justifica los medios». A la hora de hacer referencia al procedimiento, sin embargo, las entrevistas todavía reflejan cierta ambigüedad al utilizar el significante «alquiler» denotando «culpa».
Existe una tendencia a otorgar mayor importancia a la diferenciación de roles y funciones en el ejercicio de la parentalidad en las entrevistas a heterosexuales; sin embargo, la feminidad y la maternidad ya no están soldadas por completo, y los colectivos de diversidad van empujando hacia la escucha del deseo propio por encima del mandato. Se trata de un cambio cultural. De hecho, las configuraciones familiares también han cambiado y hoy coexisten familias tradicionales con modelos novedosos en los cuales las funciones de crianza son indistintas, y ya no hay un rol asignado a cada género «por su misma naturaleza».
En el imaginario de los solicitantes, la medicina está entre los saberes más validados y respetados de la ciencia; no así, el psicoanálisis —con frecuencia confundido con la Psicología— que no necesariamente es representado como una disciplina «científica». Tal vez forma parte de las ciencias…; pero sociales; … puede ser un complemento de la medicina; … no sirve; … es para enfermos. En tanto que el rol del psicólogo en las TRA podría limitarse a la definición de «aptitud» como requisito para los tratamientos.
4. Conclusiones
Cuando abruptamente la pandemia frenó la aceleración del cotidiano vivir e instaló la incertidumbre, un procedimiento consecuente e instituido validó la urgencia. Así, dado que un creciente mercado accede a las TRA de modo cada vez más rápido y eficaz, es posible pensar en la disminución de la tolerancia a la frustración por parte de sus solicitantes que respondería no sólo a su propio deseo, sino además a la naturalización de estas técnicas desde el discurso médico.
Mientras que en las últimas décadas del siglo xx la pareja infértil solía ocultar su «vergüenza». Tanto la responsabilidad por la falta de descendencia como la frustración que ocasionaba recaían en la mujer, ya que sobre ella pesaba el mandato cultural de «convertirse en madre» como valor supremo.
Los avances en TRA y la moderna legislación permitieron universalizar el acceso a la parentalidad de varones y mujeres —con independencia de su estado civil, género y orientación sexual— y legitimar en la mujer la decisión de no maternar, más allá —en cualquier caso— de motivaciones narcisísticas (que exceden el alcance de esta investigación).
Luego, toda vez que existe un «mercado» para algo como la gestación subrogada, por ejemplo, cabe suponer que eso es lo que la gente desea, razón por la cual, satisfacer dicha demanda es completamente aceptable. Y, si bien la figura de la gestante que subroga resulta inquietante, ello obedece a las contradicciones que plantea a los solicitantes de esta práctica y que, en todo caso, la retribución económica resuelve, pues facilita el desarraigo de la histórica construcción cultural de la maternidad, suponiendo asegurar la desvinculación afectiva de la persona gestante.
Por cierto, el acceso universal a la parentalidad enfatiza en la actualidad el valor de la «voluntad procreacional» que conlleva una atmósfera emocional de omnipotencia y triunfalismo, y da lugar a un nuevo interrogante: ¿acaso no serían mandato de la modernidad líquida, el triunfo del deseo y la voluntad personal?
De serlo, y como los significantes «querer» y «necesitar» devienen indistintos, la intensidad del deseo parece amparar la retórica de los derechos.
Así, en suma, la parentalidad resulta una representación fluida que comprende, sin imposición de roles ni funciones, a quienes simplemente expresen su deseo de acceder a ella.
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