Consejo editorial: ¿Cómo decidiste formarte enla AEAPG? ¿Qué sabías de ella?
Enrique Ascaso: Los primeros comentarios los recibí de Antonio Barrutia y Aldo Melillo, con los que compartía actividades deportivas, me recomendaron la Escuela para realizar una formación psicoanalítica sistematizada. Ellos eran docentes en la institución y ya tenían una importante trayectoria profesional. En esa época concurría a la cátedra de Psicología Médica de la Facultad de Medicina de la UBA, donde venía efectuando la carrera docente y a su vez compartía actividades asistenciales en el Servicio de la cátedra con Mabel Fuentes, Alfredo Grande, Mario Litvin, colegas que ya venían realizando la formación en la Asociación y también me la recomendaron.
CE: ¿Cuál era tu conocimiento del psicoanálisis cuando ingresaste? ¿En qué año?
EA: Me postulé en el año 1977 y no ingresé quedando en espera para el año siguiente. Eran épocas en las que había más postulantes que lugares y se hacían colas para llegar en los primeros puestos para la inscripción. Volví a postularme e ingresé en 1980. Del año 1973 al 80 participé en grupos privados de estudio con Gerardo Pascualini, Alberto Marticorena, y en la Asociación de Psicólogos de Buenos Aires con Osvaldo Devries y Antonio Godino Cabas. Si bien venía formándome con estos grupos de estudio, me faltaba una visión más sistematizada que me posibilitara organizar el pensamiento freudiano y también integrarme a una institución que me permitiera un desarrollo posterior.
CE: Cuando finalizaste la formación de la Escuela, ¿de qué manera quedaste ligado ala Institución? ¿Por qué?
EA: Finalicé mi formación en 1984. Creo que fue el primer grupo que comenzó con el plan de estudios de 4 años, con anterioridad se cursaba en 3 años. Al año siguiente comencé la carrera docente y me incluí en la Comisión Organizadora del Encuentro Anual, actividad que hoy se desarrolla como Congreso. En ese momento habían muchos menos espacios institucionales para insertarse que en la actualidad. El perfil institucional era más de Escuela que el de Asociación Psicoanalítica. No existían la FLAPPSIP1, el Centro Rascovsky2, el Foro de instituciones de Salud Mental, tampoco las áreas ni los cursos de formación permanente. No obstante, ya había alcanzado gran prestigio como centro de formación y trasmisión y se encontraba muy vinculada a los principales centros asistenciales públicos a través de docentes que realizaban actividades de supervisión.
CE: ¿Podrías contarnos cuál es tu práctica actual? ¿En qué ámbito te desarrollás? ¿Cuáles son las áreas o temáticas de mayor preocupación en este momento? ¿Motivos de consulta frecuente?
EA: Desde hace bastante tiempo desarrollo mi actividad entre la clínica y la trasmisión del psicoanálisis. En el consultorio trabajo con adolescentes y adultos, y si bien los motivos de consulta son variados, hay un porcentaje elevado de pacientes que podríamos agrupar con la denominación de patologías actuales, entendiendo de manera muy general cuestiones referidas a las perturbaciones del acto y perturbaciones que resultan difíciles de remitir a la historia y a su implicación subjetiva (estados límites, afecciones psicosomáticas, ataques de pánico, impulsiones, etc.), lo que me ha llevado a revisar seriamente las cuestiones referidas a la técnica.
Respecto a la trasmisión, alterno entre actividades burocráticas y políticas, como la Dirección de los posgrados y otras más específicas como la actividad docente, supervisiones clínicas y análisis de analistas (que no son didácticos).
CE: ¿Cuál es la singularidad del programa de formación de la AEAPG?
EA: El programa está centrado en la obra freudiana con algunas introducciones a la obra de psicoanalistas posfreudianos. Está organizado de manera tal de poder ir siguiendo a su autor en su recorrido y detectando junto a él los obstáculos que lo llevaron a las reformulaciones teóricas. El plan curricular, al ser cronológico, tiene la ventaja que pueden incluirse colegas con distintos niveles de formación previa. Por otra parte, mantiene la formación psicoanalítica tradicional, aunque con modificaciones, en la Especialización, respecto a la teoría de la técnica y psicopatología actual, y en la Maestría, incluyendo el diálogo interdisciplinario y la capacitación en investigación.
Interesante entrevista. Me acuerdo perfectamente de Enrique en esas mañanas del Clínicas. No creo que hayamos podido rescatar esa experiencia en forma colectiva. Por suerte la Escuela nos permitió sostenernos.
Gracias, Alfredo por compartir tus recuerdos. Efectivamente, la Escuela nos permite sostenernos en nuestra manera de pensar el psicoanálisis.