Cynthia Tombeur: ¿Cómo fue la elección de dedicarte a la pintura?
Eduardo Mac Entyre: Desde muy joven tenía inclinación hacia el dibujo y luego comencé a incursionar con la pintura después de mi frustración con la música.
Alentado por mi madre y mi abuelo me dedique de lleno a expresarme con la pintura y todos los medios visuales que descubría y estaban a mi alcance.
C.T.: ¿Qué es el arte para vos?
E.ME.: Es una forma de comunicación en donde puedo transmitir a los demás lo mejor de mí. Hacer arte es enriquecer la vida, porque es aumentar la comprensión y la conciencia de ella.
C.T.: Sé que primero te has dedicado a la pintura figurativa, luego al neoimpresionismo, cubismo y constructivismo, ¿cómo llegás al arte generativo?
E.ME.: A través del tiempo y luego de haber pasado por varias etapas, encontré una manera adecuada de expresarme de acuerdo a mis propias necesidades interiores. Comprendí que el camino era la abstracción y mi campo con infinitas posibilidades estéticas.
C.T.: Tu obra “Cristo, la luz” ganó un premio y fue la primera obra de un pintor argentino en el Vaticano. Contanos ¿cómo se te ocurrió participar y cómo fue esa experiencia?
E.ME.: La Fundación Calderón de la Barca organizó un concurso para seleccionar y donar una obra de autor argentino al Vaticano. Mi obra fue seleccionada por unanimidad y fue destinada a la Academia de Ciencias. Fue el único cuadro que se entregó. La experiencia fue increíble, todo sucedió de una forma, si se quiere, “milagrosa”. Había buscado material, hice varios croquis, dibujos durante días, semanas y un día me levanté hice 4 ó 5 líneas y dije: “¡Este es el cuadro!”. Fui al taller y encontré una tela de 2 x 1 y me puse a hacerlo; me salió de una manera increíble, de repente se transformó y se desarrolló de una forma fenomenal.
Tuve una alegría enorme cuando supe que era el cuadro elegido. Al poco tiempo me llamaron y me dijeron que la Fundación me invitaba al Vaticano para entregar el cuadro. No lo podía creer, saltaba de alegría. Viajé con mi hijo Cristian que también es artista plástico y quedé maravillado de la forma en que nos recibieron. En ese momento, allí, era embajadora de Argentina la Dra. Elsa Kelly a quien yo conocía; nos fue a buscar junto al embajador de la Santa Sede. Luego se hizo una ceremonia en donde Sánchez Sorondo (Canciller de la Iglesia) dijo unas palabras, también habló el doctor Alberto Robredo en nombre de la Fundación y luego dije unas palabras yo. Estaba tan emocionado que en un momento me quebré. A continuación hubo un cocktail y un almuerzo espléndidos. Fue un evento con un montón de invitados, gente de la Iglesia, invitados especiales. También había un periodista del diario más importante de Italia, Corriere de la Sera, que hizo una nota impresionante. Todo fue para mí muy conmovedor.
Posteriormente recorrimos el Vaticano, nos llevaron al lugar donde están las tumbas, caminábamos por los jardines, me parecía un sueño. Recuerdo que Rafael Squirru, crítico de arte, me dijo: “Vas a estar al lado de Raphael”. Imaginate lo que es eso para un artista. El cuadro está en Casina Pío IV, Ciudad del Vaticano, Sede de la Pontificia Academia de la Ciencia. Es donde se reúnen cuando se hacen los cónclaves. Tiene un cartel que dice: “Pintura donada por la Fundación Calderón de la Barca. Año 2000. Cristo, la luz”.
C.T.: ¿Habías pintado algo antes con referencia a temas religiosos?
E.ME.: No, no. En forma paralela hice otras cosas, por ejemplo, tomando el arte africano; después le hice una cabeza de Cristo a Sánchez Sorondo y un cuadro similar al del Vaticano que me lo compró Gabriela Sabattini.
C.T.: Has ganado distintos premios, ¿cuál de ellos ha sido el más significativo para vos y por qué?
E.ME.: Sin lugar a dudas la obra elegida para el Vaticano. Estar cerca de grandes artistas del renacimiento y el lugar en que se encuentra, colmaron mis expectativas artísticas. Se trata de uno de los lugares más importantes del mundo en el que todo artista quisiera estar presente. Te cuento una anécdota: antes y con la autorización de la Fundación, el cuadro se expuso en la Galería Arroyo, en un lugar privilegiado, muy bien iluminado, y hubo gente que se arrodilló. Ver eso me emocionó profundamente. El cuadro es impresionante, impactante.
C.T.: ¿Qué podrías trasmitirles a los jóvenes artistas plásticos de acuerdo a tu experiencia?
E.ME.: Lo más simple. Trabajar mucho y con gran humildad pensando únicamente en el arte y no con otros propósitos como el éxito y la fama inmediatos. Y apuntar al arte perdurable y no a lo efímero, teniendo como fin la obra misma y su belleza para la deleitación del espíritu
C.T.: ¿Alguna vez imaginaste que ibas a tener con tu obra un reconocimiento internacional?
E.ME.: Los reconocimientos llegan solos, sin proponérselos uno y si estos ocurren es porque lo realizado ha tenido cierta trascendencia en cuanto a aportes realizados en el arte.
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In Memoriam (link a editorial)
Queremos recordar en esta edición a Eduardo Mac Entyre (1929-2014).
Lamentamos profundamente el fallecimiento de tan destacado artista plástico plástico argentino.
Hermano querido fuiste y seras un genio hasta la eternidad Tus obras me llegan a emocionar porque reflejan la gran persona que fuiste y la humildad de los grandes Eso es ser un ARTISTA CON MAYUSCULAS ESTARAS EN EL CIELO CON DIOS Y TODOS LOS ANGELES DELEITANDOSE OBSERVANDO TUS OBRAS Y ESTARAS PINTANDO EL CIELO CON LA PERFECCION Y COLORES DE TUS MAGNIFICAS OBRAS. TE QUIERO MUCHO QUERIDO HERMANO.Estaras junto a Chichita Mama Alcira y Papa Eduardo.
El día en que en este país valoren las genialidades y no las vanalidades, ese día se darán cuenta del enorme aporte que hizo a la Humanidad con su arte.