Cuando me invitaron a participar de esta publicación pensé en lo trascendente que es hablar de la escritura en Psicoanálisis.
Esto tiene varios fundamentos: la necesidad de unir y transmitir ideas, de aportar algo original, de validar la experiencia teórico-clínica y de actualizar nuestro Psicoanálisis.
Puede abarcar también, avalar la pertenencia, verificar una práctica, sublimar restos angustiantes de la praxis, quizás, ¿por qué no?, también autorizarse.
No es una tarea sencilla, hay que intentar desoír la exigencia y aventurarse a la crítica, sin que por eso esté tan en juego la autoestima.
En toda escritura, las problemáticas se relacionan con plasmar en el texto lo que pensamos y sentimos.
A todo esto se agrega el cuidado de lo estilístico, el encuentro con los conceptos adecuados y la relación con la gramática y la sintaxis.
Como psicoanalistas, intentamos conocer nuestras resistencias, que son las que muchas veces nos impiden manifestar nuestros deseos y emociones.
Estas resistencias inconscientes, pienso que son una de las primeras situaciones que tenemos que reconocer como obstáculos a nuestros escritos.
Hoy nos vamos a referir al escrito de la tesis.
En lo que sigue de este escrito voy a desarrollar cómo HICE MI TESIS.
Sabemos que la palabra Tesis significa literalmente “acción de poner”. En un sentido más especial sería la actividad de poner una doctrina, un principio.
El término también se vincula con Tética, que alude al conjunto de proposiciones afirmadas teóricamente.
Desde el punto de vista académico, la tesis doctoral es una proposición original que debe demostrarse mediante pruebas y razonamientos lógicos, por un trabajo de investigación que puede llegar a alcanzar un valor.
Esta aproximada definición tiene varias ideas, por ejemplo:
Proposición original – demostrar – razonamiento lógico – investigación.
Las iré desarrollando en esta presentación.
¿Cómo empecé mi Tesis?
En un principio con la imaginación de recuperar algunos escritos, monografías y presentaciones científicas que hice durante mi carrera psicoanalítica.
De todo ese material traté de apropiarme de una temática que al unir varios de mis escritos se me destacara como síntesis de lo que iba a investigar y que me generara fundamentalmente, como dice Humberto Eco, interés y placer.
Por ejemplo, en mi tesis, que se llamó: “Calidad de vida y sus implicancias en la salud”, se conjuraban las ideas de comunicación de David Liberman, en cuanto a las dificultades en el intercambio afectivo y en las crisis en las redes vinculares.
De salud sobre todo por mi formación en Psicosomática.
De trabajo tomé ideas de Desjours sobre la relación que tiene el trabajo con la subsistencia, la autonomía y la autoestima.
También en relación a la tarea laboral, los problemas alrededor del Burn out, en función de la fatiga y alteración a nivel corporal que producen actividades como la nuestra, los maestros y en general las profesiones de servicios.
El otro elemento que me llevó al desarrollo del Constructo Calidad de vida estuvo en relación con el lugar del placer; éste vinculado a la capacidad del sujeto de generar espacios a través del juego, la fantasía y la sexualidad. A este elemento lo llamé: Recreación.
Entonces, comunicación, trabajo, salud y recreación, armaban la red de cómo empezaba a concebir la idea de Calidad de vida.
¿Qué podía esperar de este conjunto disperso de ideas y qué cosas me iban a ayudar a integrarlas?
La primera situación sería crear los aspectos constitutivos de un Proyecto de Tesis y para ello empezar a tener claro que la base fundamental y estructural de una tesis es tener en cuenta que es una tarea de investigación conceptual.
En el comienzo elegí un Director del Proyecto que, en mi caso, no fue un psicoanalista, sino un profesor emérito de Clínica Médica que además tenía la virtud de ser un buen metodólogo.
Esto me ahorró tiempo y esfuerzo al brindarme bibliografía específica y orientación en el acceso a una amplia información de enunciados básicos como stress, mecanismos biológicos, etc.
Por supuesto que en este proyecto tenía que incluir las partes directrices generales que me señalaban en la Universidad y un esquema que marcaba una ruta general de la Investigación.
El esquema que desarrollé era más o menos así: (contaba con 6 ítems).
- Antecedentes y justificación.
- Objetivo del Proyecto de Tesis.
- Marco teórico.
- Enfoque metodológico.
- Diagrama de Plazo y Etapas.
- Resumen y conclusiones.
Comencemos con:
1) Antecedentes y justificación del tema elegido.
Esto corresponde a revisar con una óptica ampliada las diferentes cosas que se han dicho sobre la elección de la temática propuesta.
En esta etapa me encontré realizando la búsqueda de referencias que den cuenta lo que se dice llamar: el Estado de la cuestión.
Dentro de la justificación, mi preocupación se relacionó con si lo que iba a hacer tendría cierta trascendencia para ampliar la visión teórico clínica del tema ya que el concepto de Calidad de vida se usaba como cajón de sastre y terminaba siendo un concepto ambiguo. Esto me lleva al segundo ítem:
2) Objetivos del Proyecto y de la Tesis.
Estos objetivos incluían darle al proyecto más claridad y viabilidad. Claridad en cuanto a concisión, aunque usaba mis verbos en infinitivo, y Viabilidad, es decir, poder alcanzar el objetivo y tener recursos para ello (tiempo y esfuerzo).
3) Preparación de MI MARCO TEÓRICO.
Aquí les recuerdo la idea del Estado de la Cuestión, pero ahora haciendo una selección más específica de las teorías que tenía que elegir.
Elección de propuestas racionales y comprensibles que acordaran cierta simetría con las que yo tenía como bagaje anterior; los textos consultados se podían parafrasear, es decir, explicar o ampliar, siempre citando a la fuente original.
Aquí inicié dentro del Marco teórico una reformulación de algunas teorías, sobre todo tratando de encontrar algunas similitudes y correspondencias entre las elegidas (Por ejemplo el concepto de Sobreadaptación con el fenómeno de Burn out y el de Vulnerabilidad Psicosomática).
Resumiendo el marco teórico, se destacan la selección más específica de teorías que tengan cierta relación y simetría con los estudios anteriores sobre el tema.
A partir de esa interacción complementaria pude ir generando ciertas hipótesis que me llevaron a tener en cuenta el 4to punto.
4) Enfoque metodológico.
Este punto es para mí el más complejo ya que yo estaba más acostumbrado a las monografías y a los artículos científicos.
Monografía: No tiene el rigor de una tesis y se basa en una reflexión conceptual. No se plantean hipótesis a resolver ni los pasos de una tesis de ser demostrada.
Artículo científico: más breve que una tesis; se toma un tema más específico, conocido para ser leído o publicado, son espacios de investigación a veces conceptual, pero más reducidos.
También en nuestra actividad los hechos no se desarrollan en forma tan clara, ni planificada, ni tan cuantificada como en otras ciencias.
Aquí tuve que recurrir con más intensidad a mi Director para encontrar cierta consistencia en mis hipótesis como problemáticas a resolver.
Pero ¿qué es una hipótesis?
Es un enunciado que se destaca en la investigación, que no tiene aún establecida su verdad o falsedad.
Aún así, sin exigirme, pude tomar como valederas algunas hipótesis y compararlas con las teorías que estaban aceptadas.
Fui tomando ciertas hipótesis que seguían siendo hipótesis. Esto duró casi un año y medio. Al final puede ir llegando a algunas condiciones: por ejemplo, que la Calidad de vida de un paciente se relacionaba directamente de cómo cuidaba su salud integral; que la calidad de vida se relacionaba también con la calidad de asistencia que se lograba y con la calidad de rehabilitación que se hubiese adoptado frente a la dinámica de la cura.
Que la cura, terapéuticamente tiene que incluir la calidad del cuidado, es decir, responder de la mejor forma a la solicitación del paciente, colaborando como agentes activos y brindando prestación eficaz.
También que enfermarse es bueno para la salud. El estado patológico puede ser considerado normal porque expresa un estado de normatividad en la vida, la objetividad de la ciencia y la subjetividad del viviente. Paradoja desarrollada por Liberman y que puede permitir el inicio de una elaboración secundaria de la crisis al modificar positivamente los ritmos sociales, biológicos y laborales. Aquí también tomé las ideas de Dejours sobre la somatización simbolizante.
Volviendo al Enfoque Metodológico de la tesis, yo inicié un Proyecto con la idea de Investigación Conceptual.
Este tipo de investigación difiere de la idea de reflexión conceptual que es tomar un tema específico en un texto o de varios y seguir lecturas sobre el mismo.
La Investigación Conceptual amplía esta modalidad e incluye relacionar conceptos teóricos con ideas afines dentro de la teoría y fundamentalmente articularlos con otros conceptos de otras teorías, tratando de compararlos y encontrar similitudes y diferencias.
También poder tratar de relacionar los conceptos con otras disciplinas, por ejemplo, con la Lingüística, la Medicina, la Psicología General, etc.
Así entonces, la investigación, que incluye el producir conocimiento, la podemos definir desde lo metodológico (es decir de los procedimientos que adoptamos) y desde lo epistemológico de cómo se forman y transforman los conceptos teóricos.
Siguiendo con lo metodológico, en mi experiencia los procedimientos que incluí fueron:
a) Observación de mis pacientes con manifestaciones corporales crónicas que tenían un déficit en la constitución de sus representaciones simbólicas.
Por supuesto, como antes les dije, estos enunciados observacionales tenían la base de teorías fiables que estaban aceptadas como válidas (por ejemplo, las teorías de las representaciones).
De todas estas premisas había muchas que me creaban dudas. Estas dudas generaron en mí un proceso de re-teorización para tratar de encontrar la relación entre los observables (la clínica y ciertos enunciados teóricos). Por ejemplo, la relación entre la etapa de agotamiento de la Teoría del Stress, de Seyle y el rebalzamiento traumático del aparato por un trauma acumulativo que produce un quiebre yoico con desvalimiento y vulnerabilidad corporal. (1)
Por supuesto a esta altura de mi exposición ustedes se darán cuenta de que mi tesis fue lo que se denomina Tesis aplicada; es decir, con base de observación empírica.
Otro tipo es la llamada Documental, que es considerada como una tesis teórica que incluye además de la recopilación documental como la aplicada, un tratamiento especial del análisis del contenido semántico.
Observación clínica y teorías validadas me generaron cierta ampliación técnica (a mi tesis mixta) como modos de aplicación y encuadre específicos a ciertos pacientes que a su vez ampliaron sus progresos terapéuticos (encuadre frente a frente, tipos de intervención, etc.).
Quiero en este momento destacar algunas diferencias en los modelos metodológicos para realizar una tesis.
Hay métodos cuantitativos que son más estadísticos, con protocolos específicos formados para investigar situaciones como conflictos relacionales, el algoritmo en el discurso en una sesión, etc. Sobre estos protocolos no tengo mucha información, pero sabemos que apelan a la generalización de los individuos participantes.
Mi modelo (el que yo empleé y en el que fui entrenado) es más cualitativo y se basa en un mix entre elementos, teorías y la observación clínica que incluye la complejidad del campo dinámico transferencial y contratransferencial.
5) Diagrama de plazo y etapas.
Es el paso más formal. El plazo va a depender de cada reglamento universitario en particular; a veces 1 año, luego de ser aprobado el proyecto. En mi caso fue más extendido (casi 2 años) debido a que el procesamiento de las etapas que propuse necesitaba más desarrollo procesal – diacrónico.
Estas etapas fueron:
a) Fundamentos teóricos. Autores que han desarrollado desde distintas perspectivas el tema.
b) Sesiones con pacientes, teniendo en cuenta el desarrollo de determinados ítems en el proceso, por ejemplo: vicisitudes de los afectos, del dolor, de la potencialidad traumática, de los modelos representacionales, de las categorías defensivas, etc.
La recolección de material clínico fue laboriosa y me tomó casi 1 año sacar algunas conclusiones que me llevaron, como les decía, a vislumbrar que algunas de ellas eran verificables y tenían una cierta conexión y podía comunicarlas.
Por último, dentro de estas ideas quiero compartir algunas sugerencias que recuerdo me brindó mi Director y que conversé con colegas que estaban en mi misma situación.
- Definir con cierta precisión el área de interés, pero sin ser muy ambicioso.
- Buscar lo publicado más accesible y vincularse con colegas que estén interesados en el tema.
- Lo que se va escribiendo debería ser llevado en un archivo semanal, una especie de borrador que uno recorta, corrige o agrega.
Llegando al período final, conté con la ayuda de una licenciada en Letras que resultó muy útil en lo relacionado con la gramática y la sintaxis, sobre todo en acortar y subdividir párrafos; inclusión de subtítulos y cierta corrección de estilo.
Tuve una muy buena defensa pública con un destacado jurado: el doctor Ricardo Etchegoyen, el doctor Gregorio Klimovsky y la doctora. Lydia Storti.
Bueno, espero que estas ideas hayan sido una buena información para los que tengan deseos de hacer su tesis y tengan en cuenta de que no se puede llegar al límite del conocimiento, sino a los límites que cada uno pueda con armonía y sin perder su Calidad de vida.
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