Caminar por los espacios públicos prestando atención y entregando tiempo para mirar, oler, buscar y curiosear tiene un encanto muy provocador. Convoca y renueva ideas, preguntas, reflexiones y la mágica sensación de abrir y ampliar el mundo.
Caminar por la ciudad de Buenos Aires es, especialmente, cruzarse con rincones y propuestas de todos los colores, estilos, profundidades, bolsillos… Algunos rincones copiados y otros genuinos. Muchos clásicos y distinguidos, y otros bien disruptivos.
Buenos Aires habla y, cada vez más, sus paredes llaman, convocan y hasta gritan. Dicen distinto con imágenes y textos en murales, con esténciles y grafitis y, a cada paso, se impone reaccionar.
¿Qué anda diciendo Buenos Aires y qué dice uno de los barrios más renovados como Palermo? Pues, muchas cosas, aunque, últimamente, va tomando cierta intensidad un lenguaje y una forma de arte, antes anónima y contestataria, que ahora sorprende gratamente con un formato más letrado y profesionalizado.
Por Palermo pueden verse mensajes anónimos y también vivos porque cambian y se modifican todo el tiempo con las sucesivas intervenciones de los visitantes, transeúntes y artistas.
¿Quiénes escriben? ¿Quiénes dibujan? ¿Quiénes agregan, quitan, modifican e interactúan con estos espacios públicos?
Mensajes con preguntas, quejas y reproches. Mensajes audaces y otros encriptados…Expresiones sobre las paredes compartidas… Mensajes críticos y también alentadores. Muchos estéticos y poéticos. Mensajes que no podemos eludir.
¿Qué nos quieren decir con esa vorágine y ese movimiento permanente en el paisaje urbano?
¿Se trata de arte?
Nos topamos con obras vivas, obras que crecen y se transforman con el aporte, la astucia, y la estética de genuinos creativos que pasan por ahí. ¡Disponibles para todos, todas, todes…! Mensajes en un soporte diferente como los muros y las veredas. Transmiten manifestaciones de sectores —antes invisibilizados—, motorizados por la crítica, la pregunta y muchas veces por la exhortación. Vemos paredes irreverentes que transgreden, que sacuden y que impactan. La calle está abierta. La calle habla y convoca.
Hay nuevos relatos, otros espacios de diálogo, anónimos y fugaces que se renuevan permanentemente con el plus de un lenguaje y una estética de alto impacto, y bastante sutileza y picardía haciendo juego.
Dejan huellas, enigmas, señales, muchas y muy bellas a cada paso.
Con esta conmoción, invitamos a Grace Berlfein, guía de turismo y especialista en arte urbano, para que nos cuente un poco más sobre este fenómeno. Así, nos embarcamos en una visita por el barrio. En ese andar, nos cruzamos con Ninja, uno de los artistas urbanos más reconocidos, a quien pudimos ver in situ produciendo su mensaje.
Confirmamos que la escucha atenta y todos los sentidos en alerta nos conectan con un mundo que aún tiene mucho y muy valioso por decir.
Compartimos el video de nuestra visita al barrio de Palermo. Los invitamos a observar sus paredes y a disfrutar de un enorme museo a cielo abierto.
Excelente articulo. Felicitaciones a las profesionales. Lo compartire. Gracias
Hermoso artículo!
Muy interesante recorrer con una mirada observadora el arte que quizá de otra manera nos pasa desapercibido! como también interesante poder leer o sentir lo que el artista nos quiso transmitir de un modo natural y espontáneo.
Muy interesante!!!