En los últimos años somos testigos y protagonistas de las modificaciones en los modelos culturales, políticos y económicos. La globalización de la tecnología ha provocado enormes cambios en nuestro modo de comunicarnos. Los adolescentes de nuestro tiempo, tal como los de tiempos anteriores, siempre tan sido los portavoces de aquello que está silenciado o circula en lo subterráneo de una cultura. También funcionan como una lente que aumenta aquello que está todo el tiempo presente entre nosotros. Es así que en esta época fueron ellos quienes han agitado sus voces inquietando, despertando, invitando, provocando, exigiendo la puesta en debate a nivel social e intrafamiliar de temáticas relevantes como la diversidad sexual, la educación sexual integral, el debate sobre el aborto, el lenguaje inclusivo, la igualdad de género, entre otros. En contraparte también nos encontramos con adolescentes que se caracterizan por la apatía, la neutralización de los conflictos, tendencia a actuaciones, desesperanza acerca del futuro y vaciamiento de sentido.
Cuando pensamos en los adolescentes, no podemos dejar por fuera la concepción de un tiempo turbulento de transición en el que se incluyen transformaciones, duelos y proyectos. La resignificación de la sexualidad, la remodelización identitaria, el cambio en la estructura del pensamiento, la reorganización intrafamiliar, el cambio en la relación con el semejante, la transformación corporal. Rebeldía adolescente y confrontación generacional no están ausentes en este proceso, sin embargo, en muchas ocasiones estas tareas adolescentes están detenidas o dificultadas.
En esta “era del vacío”, como plantea Gilles Lipovetsky, se presentan nuevas organizaciones caracterizadas por el narcisismo, caída de ciertos ideales y funciones, así como nuevas modalidades e incremento de la violencia. El tiempo de lo efímero y el individualismo son protagonistas. Entonces ¿cómo pensamos a los jóvenes de nuestro tiempo? ¿De qué modo transitan los adolescentes este tiempo de transformaciones en un contexto en el que los adultos se presentan desbordados, desautorizados e inseguros? ¿Cuál es nuestra función como analistas en el trabajo con los jóvenes?
Este nuevo número de Psicoanálisis. Ayer y hoy les ofrece a los lectores acercarse a una lectura actual de las problemáticas y características de los adolescentes de nuestro tiempo con el objetivo de brindarles a los analistas aportes a su práctica clínica. Así mismo se incluyen en esta edición otras producciones científicas de la AEAPG que formaron parte de nuestro Ciclo científico.
Esperamos que la disfruten y les recordamos que envíen los comentarios y consultas a los autores para enriquecer el intercambio.
Cordialmente
Lic. Ileana Fischer
Directora Editorial
En estos tiempos que corren, he elegido atender adolescentes en un hospital general en un pueblo de cordillera. Después de mucho tiempo de no hacer consultorio me enfrento con esta tarea, que me conmueve e interpela de forma constante. Tengo la permanente inquietud de releer textos y reformular hipótesis acerca de la constitución psíquica. Agradezco todos los aportes.
Nos complace que la lectura de la revista le haya resultado de interés. Durante el mes de octubre se editará un nuevo número con este mismo eje temático.
«Psicoanálisis. Ayer y hoy» es una publicación que tiene como uno de sus objetivos el intercambio. Por tal motivo, si usted desea, puede comentar los artículos que lea y el autor podrá responder a su inquietud.
Asímismo, puede consultar la bibliografía complementaria de los trabajos publicados y utilizar el buscador de la revista para encontrar articulos anteriores sobre la temática. Autores como Mandet, Cramer, Zanotto, Lastra, Ginocchio, entre otros, tienen publicaciones vinculadas a Adolescentes en ediciones previas.
Atentamente.