ASOCIACIÓN
ESCUELA ARGENTINA DE PSICOTERAPIA PARA GRADUADOS
Revista "Psicoanálisis: ayer y hoy"- Nº2
Forclusión
por Perla Albaya
(esp. también preclusión o repudio; al. Verwerfung;
fr. forclusion; ing. foreclosure o repudiation)
Concepto elaborado por
Jacques Lacan para designar un mecanismo específico de la psicosis por el cual
se produce el rechazo de un significante fundamental, expulsado afuera del
universo simbólico del sujeto. Cuando se produce este rechazo, el significante
está forcluido. No está integrado en el inconsciente, como en la represión, y retorna
en forma alucinatoria en lo real del sujeto.
El término
"forclusión" fue introducido por J. Lacan en la última clase de su
Seminario dedicado a Las Psicosis, el 4 de julio de 1956.
La génesis de este
concepto se remonta a la noción de alucinación negativa, utilizada por
Hippolyte Bernheim para designar la falta de percepción de un objeto presente
en el campo del sujeto, después de la hipnosis. Freud tomó el sentido de esta
noción aplicándole el término Verwerfung en 1894, en el tercer apartado
de su artículo "Las neuropsicosis de defensa", a propósito de la
psicosis alucinatoria: "Existe un tipo de defensa mucho más enérgica y
mucho más eficaz, que consiste en que el yo rechaza (verwirft) la
representación intolerable, simultáneamente con su afecto, y se comporta como
si la representación no hubiera llegado jamás al yo". Pero el texto
freudiano en el que Lacan se ha basado principalmente para promover su noción
forclusión es, sin duda, " Historia de una neurosis infantil", en el
que los términos verwerfen y Verwerfung son repetidamente
utilizados. El pasaje más demostrativo es aquel en el que se propone la
coexistencia, en el sujeto, de tres actitudes distintas respecto de la
castración: "[...] la tercera corriente, la más antigua y la más profunda,
que había pura y simplemente rechazado (verworfen) la castración y en la
cual no se trataba todavía de juzgar sobre la realidad de ésta, esta corriente
era todavía reactivable. En otro lugar he comunicado una alucinación que dicho
paciente tuvo a la edad de cinco años [...]"
Si bien la Verwerfung
y la Verdrängung (represión) se diferencian claramente en uso y
connotación en los escritos freudianos, no sucede lo mismo con los términos Verneinung
(negación) y Verleugnun (renegación o desmentida), introducidos en la
teoría en la década 1920-1930. Verneinung es el nombre del mecanismo
verbal mediante el cual lo reprimido es reconocido de manera negativa por el
sujeto, sin ser no obstante aceptado. La Verleugnung designa la negativa
del sujeto a reconocer la realidad de una percepción: por ejemplo, la falta de
pene en la madre. Asimismo, se encuentran en Freud otros términos, distintos a Verwerfung,
utilizados en un sentido que parece autorizar, de acuerdo con el contexto, una
aproximación al concepto de repudio: ablehnen (apartar, rehusar), aufheben
(suprimir, abolir). Y en contraposición, el término Verwerfung no
siempre corresponde, en Freud, al significado de repudio: está usado en, por lo
menos, otras dos acepciones diferentes de la mencionada. Una es el sentido
amplio de un rechazo que puede ejercerse aun en forma de represión; y otra es
el sentido de un rechazo que adopta la forma de un juicio conciente de
condenación.
Paralelamente, en Francia,
Pichon introducía el término "escotomización" para designar el mecanismo
de ceguera inconciente mediante el cual el sujeto hacía desaparecer hechos
desagradables de su memoria o su conciencia. En 1925, una polémica opuso a
Freud y René Laforgue a propósito de esta palabra. Laforgue proponía traducir
por escotomización tanto la renegación (Verleugnung) como otro
mecanismo, propio de la psicosis y sobre todo de la esquizofrenia. Freud se
negó a seguirlo y distinguió la Verleugnung respecto de la Verdrängung.
La situación que describía Laforgue suscitaba la idea de una anulación de la
percepción, mientras que la expuesta por Freud mantenía la percepción en el
marco de una negatividad. Desde el punto de vista clínico, esta polémica no
hace sino revelar la falta de un término específico para designar el mecanismo
de rechazo propio de la psicosis, término faltante en el vocabulario freudiano,
a pesar de la exigencia constante en Freud por hallarlo y definirlo.
En el año 1928, en
Francia, Édouard Pichon publica (en colaboración con Jacques Damourette) un
artículo titulado "Sur la signification psychologique de la négation en
français". A partir de la lengua, toma del discurso jurídico el adjetivo
"forclusivo" para significar que el segundo miembro de la negación en
francés se aplica a hechos que la persona que habla ya no encara como formando
parte de la realidad: son hechos forcluidos. El ejemplo en el que se basan los
autores es un artículo periodístico sobre circunstancias ligadas al "caso
Dreyfus". Pichon y Damourette dicen: "La lengua francesa, mediante el
forclusivo, expresa el deseo de escotomización, traduciendo de tal modo el
fenómeno normal del cual la escotomización descrita en patología mental por M.
Laforgue y uno de nosotros [Pichon] es la exageración patológica".
En 1954, Lacan comenzó a
actualizar la cuestión del forclusivo y la escotomización en oportunidad de un
debate con el filósofo hegeliano Jean Hyppolite, quien abordaba la cuestión a
través de la Verneinung, que se proponía traducir como denegación. Por
su parte, Lacan se inspiró en el trabajo de Merleau-Ponty, Phénoménologie de
la perception, para proponer la alucinación como "fenómeno de
desintegración de lo real", componente de la intencionalidad del sujeto.
En el seno de este diálogo, Lacan comenta el caso freudiano del Hombre de los
Lobos, dando como equivalente francés de Verwerfung la palabra retranchement
(supresión). Dos años más tarde, en su Seminario, al retomar la distinción
freudiana entre neurosis y psicosis, después de comentar intensamente la
paranoia de Schreber y elaborar el significante nombre-del-padre, propuso
traducir Verwerfung por forclusión. Se entiende por tal el mecanismo
específico de la psicosis, consistente en el rechazo primordial de un
significante fundamental, que queda expulsado (forcluido) del universo
simbólico del sujeto. Los significantes que sufren este destino retornan en lo
real, en una alucinación o un delirio que invaden la palabra y la percepción
del sujeto.
Esta interpretación de
Lacan permite resolver el problema que Freud había dejado planteado en el
Historial de Schreber, al desechar la proyección como mecanismo explicativo del
fenómeno psicótico manteniendo la radical diferencia de éste respecto de los
síntomas de las psiconeurosis: "No era exacto decir que la sensación reprimida
en el interior se proyectaba al exterior; más bien reconocemos que lo que había
sido suprimido en el interior retorna desde el exterior". A lo largo del
Seminario 3 (titulado Las psicosis), y basándose en el texto freudiano "La
negación", Lacan define el repudio a partir de un proceso primario que
comporta dos operaciones complementarias: la Einbeziehung ins Ich, la
introducción en el sujeto, y la Ausslossung aus dem Ich, la expulsión
fuera del sujeto. A la primera de estas operaciones la denomina Bejahung
(proposición, afirmación) primaria. La segunda constituye lo real: el dominio
que persiste fuera de la simbolización. Esta etapa, previa a toda articulación
simbólica (anterioridad lógica, no cronológica), es primordial en la relación
del sujeto con el símbolo -es decir, con el lenguaje-. "Puede entonces
suceder que algo primordial en lo tocante al ser del sujeto no entre en la
simbolización, y sea, no reprimido, sino rechazado...En el origen hay pues Bejahung,
a saber, afirmación de lo que es, o Verwerfung". Los significantes
sometidos a la Bejahung sufrirán diversos destinos (por ejemplo, la Verdrängung);
lo afectado por la Verwerfung primitiva sufrirá otro: se manifestará en
lo real.
J. Lacan termina la última
clase del Seminario 3 proponiendo el término "forclusión": "No
retorno a la noción de Verwerfung de la que partí, y para la cual, luego
de haberlo reflexionado bien, les propongo adoptar definitivamente esta
traducción que creo la mejor: la forclusión". Una anotación de los
responsables del establecimiento y traducción al español del texto de este
Seminario (Diana Rabinovich y Jacques-Alain Miller), fechada en 1984, aclara
que "clásicamente este término tenía dos acepciones en francés:
1) En derecho: el
vencimiento de una facultad o derecho no ejercido en los plazos prescritos.
2) Figurativamente:
exclusión forzada, imposibilidad de entrar, de participar.
En castellano no existe
ningún equivalente exacto. Por otra parte, su difusión ha precedido la
publicación del presente Seminario, y forclusión se ha vuelto de uso habitual
en el ambiente psicoanalítico. En base a esta difusión y al hecho de que el
Petit Robert (1978), del cual están tomadas las dos acepciones anteriores,
incluye una tercera acepción:
3) Psicoanálisis:
mecanismo que está en el origen de los estados psicóticos,
hemos decidido mantener el
término forclusión, que aparece pues como un vocablo específicamente
psicoanalítico y vinculado a la teoría de Jacques Lacan".
Las fuentes bibliográficas
consultadas para esta reseña han sido:
Chemama, R.: Diccionario
del psicoanálisis, Buenos Aires, Amorrortu, 1998.
Lacan, J.: El
Seminario. Libro 3, Las psicosis, Barcelona, Paidós, 1984.
Laplanche, J. y Pontalis,
J.-B.: Diccionario de psicoanálisis, Barcelona, Labor, 1974.
Roudinesco, É. y Plon, M:. Diccionario
de psicoanálisis, Buenos Aires, Paidós, 1998.
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